FIDELIDAD A DIOS. DANIEL 3:15 Les daré una oportunidad más para inclinarse y rendir culto a la estatua que he hecho cuando oigan el sonido de los instrumentos musicales. Sin embargo, si se niegan, serán inmediatamente arrojados al horno ardiente y entonces, ¿qué dios podrá rescatarlos de mi poder? 16 Sadrac, Mesac y Abed-nego contestaron: Oh Nabucodonosor, no necesitamos defendernos delante de usted. 17 Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su Majestad; 18 pero aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado. NTV. En el presente, para la mayoría de creyentes es difícil mantener una fe férrea en Dios en medio de las adversidades, y mucho más si sus vidas corren peligro. Algunos creyentes al estar en medio del peligro, si le dan la oportunidad de que salve su vida a costa de rechazar su fe en Cristo, seguramente que algunos lo harán sin pensar, pues en su naturaleza que no está regenerado en su totalidad preferirán seguir manteniendo su mida en este mundo antes que mantener su vida espiritual en el reino de los cielos. Pero también existe creyentes que sin pensar mucho en el asunto, preferirán morir antes que rechazar su fe en el Hijo de Dios. La amenaza al creyente o a los hijos de Dios siempre ha estado presente a lo largo de la historia humana, ya que el maligno ha tratado de exterminar por completo a los adoradores del único Dios verdadero, pero no ha tenido éxito, porque se han encontrado con hombres fieles que han estado dispuestos a perder su vida para que la fe en Dios se mantenga a través de las generaciones. La valentía de estos hombres ha quedado registrada en las páginas de las Sagradas Escrituras, para alentar a las nuevas generaciones a que mantengan su fe en Dios, pese al peligro que puedan correr sus vidas. Sadrac, Mesac y Abed-nego, son los nombres de algunos valientes que estaban dispuestos a morir antes que adorar y servir a otros dioses que no fuera su Dios. Estos tres jóvenes judíos habían reusado rendir adoración a la estatua creada por Nabucodonosor, el rey del imperio babilonio, razón por la cual fueron llevados al palacio real. Antes de sentenciarles al castigo por la desobediencia a su decreto, el monarca babilonio dio una oportunidad a estos jóvenes para que salven sus vidas. El monarca les dijo que adoraran a la estatua en ese preciso instante y que si no lo hacían, irremediablemente serian echados al horno de fuego, y que ni su Dios podría salvarles. En ese periodo de la historia, Nabucodonosor era el rey del imperio dominante de toda la región, muchos reinos habían sucumbido ante su poder, precisamente los jóvenes judíos eran alguno de los hombres que fueron llevados cautivos tras la conquista de los reinos. En ese entonces, Nabucodonosor se sentía como un dios con todo el poder para ejecutar a los que no le obedecían. Pese al peligro que corrían sus vidas, estos valientes jóvenes rechazaron la propuesta del rey. Le dijeron que por ningún motivo adorarían a la estatua, y que si les arrojaban al horno ardiente, el Dios a quien adoraban y servían era capaz de salvarles. Además, que Él tenía el poder para rescatarles de sus manos. Incluso que si sabrían que Dios no les iba a rescatar, igual ellos nunca servirían, ni adorarían, ni rendirían culto a la estatua de oro que el rey había levantado. La postura de estos jóvenes era muy clara, ellos por nada del mundo iban a servir y adorar a otros dioses que no fuera Yahvé, el único Dios verdadero. A ellos no les importaba si Dios les salvaba del horno ardiente o no, pues aceptaban la voluntad de Dios sin ninguna clase de reproches. Queridos hermanos. Nuestra fe no debe estar ligada a las circunstancias ni a las consecuencias. Nuestra fe debe estar fundamentada sobre la inmutable fidelidad de Dios. Si Dios siempre rescatara a los que le son fieles, nosotros no necesitaríamos la --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message