EL BANDO GANADOR. ZACARÍAS 12:1 Este mensaje vino del SEÑOR con respecto al destino de Israel: … 2 Haré que Jerusalén sea como una bebida embriagante que causa que las naciones vecinas se tambaleen cuando envíen a sus ejércitos para sitiar a Jerusalén y a Judá. 3 En aquel día yo convertiré a Jerusalén en una roca inamovible. Todas las naciones se reunirán en contra de ella para tratar de moverla, pero sólo se herirán a sí mismas. 8 En aquel día el SEÑOR defenderá al pueblo de Jerusalén. ¡El más débil entre ellos será tan poderoso como el rey David! … 9 Pues en aquel día comenzaré a destruir a todas las naciones que ataquen a Jerusalén. NTV. Cuando una persona es débil, todos tratan de aprovecharse de él, a mas no poder, tratan de despojarle de todos los recursos que pueda tener, y no solo eso, sino que también se mofan. Pero cuando una persona es fuerte, lo respetan y no traman ninguna clase de mal contra él, ya que si lo hacen, corren el peligro de salir lastimados. Cuando Dios protegía al pueblo hebreo, ninguna nación pudo enfrentarlos en batalla, debido a que Dios derramaba su ira sobre los enemigos de Israel y los derrotaba completamente. Pero cuando Israel no estuvo bajo el cuidado y la protección de Dios a causa de sus rebeliones y pecados, la nación poderosa que causaba terror y miedo perdió su poder, razón por la cual las naciones que se le enfrentaron en batalla salieron victoriosas. Al derrotar a Israel, las naciones invasoras le despojaron de todas sus pertenencias, dejando a la nación en una ruina completa. Dios abandonó a su pueblo elegido a causa de sus pecados, lo cual fue aprovechado rápidamente por las naciones enemigas, pero este abandono no fue definitivo, debido a que Dios tenía un pacto perpetuo con los patriarcas de la nación, razón por la cual, tras su disciplina, nuevamente acogió a Israel en sus brazos para que disfrute nuevamente de su cuidado y protección. La restauración de la relación de Dios con Israel, no implicaba que la nación iba a estar en completa paz, ya que había muchas naciones que todavía guardaban rencor y envidia a Israel, razón por la cual no querían que la nación se levantara de las ruinas. Por eso el profeta Zacarías le dio a su pueblo una nueva revelación de parte de Dios. Esta revelación se trataba de una nueva batalla que se acercaba para el pueblo, una batalla donde todas las naciones del mundo se unirían para subir en contra del reino. El profeta Zacarías no les dio solo esa información a su pueblo, sino toda la profecía para que pongan su confianza en el Creador. En esa nueva batalla, Israel no iba a pelear solo, sino que nuevamente tendría el apoyo del eterno Creador, tal como lo había tenido en las batallas pasadas, en los cuales el Señor les había dado la victoria. En esta nueva profecía, Dios les prometió que el ejército de Israel sería como una roca inamovible, compuesto por hombres valientes y fuertes como el rey David. Además les prometió que destruiría a todas las naciones que se levantaran en contra de Israel. Estas palabras del profeta Zacarías no se han cumplido, están ahí esperando el momento exacto para su cumplimiento. Esta profecía se cumplirá cuando el Hijo de Dios regrese nuevamente a este mundo para ocupar el trono de David. En aquel día, todas las naciones del mundo se levantarán en contra del reinado de Jesucristo. Las naciones se unirán y subirán a Jerusalén impulsados por el antecristo y el falso profeta. Dios prometió a Israel que esta rebelión de las naciones no fructificaría, pues Él las destruiría por completo sin misericordia. Queridos hermanos. Las palabras proféticas de Zacarías se cumplirán a su tiempo, tal como se cumplieron el resto de profecías que el profeta dio a su pueblo. En esta gran batalla, los que irán en contra del pueblo de Dios no prevalecerán, pues Dios en aquel día abolirá de una vez y para siempre el mal, la injusticia y la opresión. Israel será una roca inamovible. Amigo. --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message