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ORACIÓN A DIOS JONÁS 2:1 Entonces Jonás oró al SEÑOR su Dios desde el interior del pez 2 y dijo: «En mi gran aflicción clamé al SEÑOR y él me respondió. Desde la tierra de los muertos te llamé, ¡y tú, SEÑOR, me escuchaste! 6 Me hundí hasta las raíces de las montañas. Me quedé preso en la tierra, cuyas puertas se cierran para siempre. Pero tú, oh SEÑOR mi Dios, ¡me arrebataste de las garras de la muerte! 9 … yo te ofreceré sacrificios con cantos de alabanza, y cumpliré todas mis promesas. Pues mi salvación viene sólo del SEÑOR. 10 Entonces el SEÑOR ordenó al pez escupir a Jonás sobre la playa. NTV. Agradecer a Dios por cada una de las dádivas recibidas, no es algo común o frecuente entre las personas que creen en la existencia de un ser divino. Pese a su fe, el hombre cuando no tiene necesidades, ni enfrenta situaciones adversas, se olvida de dar gracias a Dios. Ya que no son conscientes que solo gracias a la generosidad y a la misericordia de Dios, no padece necesidades ni enfrentan aflicciones. Si se dieran cuenta de todo esto, tendrían muchas razones para ser agradecidos con Dios cada instante de sus vidas. Dios no solo derrama bendiciones en la vida de los hombres, sino que también evita que las tragedias, enfermedades y muerte lleguen a sus vidas, por eso, gracias a ese cuidado y protección, los hombres no padecen necesidades ni enfrentan aflicciones en sus vidas. Además, Dios también libera al hombre de sus aflicciones, como fue el caso del profeta Jonás. El profeta Jonás, debido a la desobediencia a las órdenes de Dios, fue tirado al mar por los tripulantes de un navío que se dirigía a Tarsis, pero antes de que se ahogue, fue tragado por un gran pez. Jonás fue liberado de la muerte de una manera espectacular, pues podía haber muerto ahogado, o haber sido presa de alguna bestia marina. Pero no le aconteció ninguno de estos dos casos, porque Dios en su amor y misericordia por su siervo rebelde, envió un gran pez para que se lo tragara vivo, y sin lastimarlo. Estando en el vientre del pez, el profeta tuvo tiempo para meditar en los últimos acontecimientos de su vida, y de la forma milagrosa que aún permanecía vivo e intacto físicamente. Tras meditar en todo esto, sin duda se dio cuenta de que permanecía vivo gracias a la misericordia de Dios, y por eso extendió una oración de gratitud a su Salvador. La oración de gratitud de Jonás, nace desde lo más profundo de su ser, nace de su alma mientras se precipitaba en las profundidades del mar. Además, su oración revela su penitencia, su fe, y su triunfante alegría en la liberación de su Dios y Salvador. Jonás además en su oración, prometió a Dios, que le ofrecería sacrificios con cánticos de alabanza, gloria, honra y loor a su santo nombre, y que cumpliría cada una de sus promesas hechas. El que da estas palabras de gratitud y promesas en el vientre del gran pez, es un siervo diferente al que anteriormente había decidido rechazar las órdenes de su Dios, de dirigirse a Nínive para predicar el arrepentimiento a todo el pueblo. Cuando todo estuvo bien en su vida, Jonás con un corazón rebelde, ignoró las órdenes de Dios, pero una vez que atravesó por la muerte, su corazón rebelde se hizo sumiso y humilde para cumplir la voluntad de Dios. Aun cuando el profeta extendió sus palabras de gratitud desde el interior del pez, Dios escuchó la oración de su siervo, por eso, el Señor de los Ejércitos Celestiales, ordenó al pez escupir a su siervo sobre la playa. Dios no solo liberó a Jonás de la muerte, sino que también le perdonó su rebeldía y le dio libertad del vientre del pez para que prosiga con su vida. Dios nunca permanece enfadado con sus siervos que muestran un sincero arrepentimiento de su desobediencia. Él con un profundo amor, extiende su perdón y los libera de todas las consecuencias de su rebeldía. --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message
5m 53s · Nov 20, 2023
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