LA MISERICORDIA DE DIOS JONÁS 3:1 El SEÑOR habló por segunda vez a Jonás: 3 Esta vez Jonás obedeció el mandato del SEÑOR y fue a Nínive… 4 El día que Jonás entró en la ciudad, proclamó a la multitud: Dentro de cuarenta días Nínive será destruida. 6 Cuando el rey de Nínive oyó lo que Jonás decía, bajó de su trono y se quitó sus vestiduras reales. Se vistió de tela áspera y se sentó sobre un montón de cenizas. 7 … el rey y sus nobles enviaron el siguiente decreto por toda la ciudad: Nadie puede comer ni beber nada, ni siquiera los animales de las manadas o de los rebaños8 Tanto el pueblo como los animales tienen que vestirse de luto y toda persona debe orar intensamente a Dios, apartarse de sus malos caminos y abandonar toda su violencia. NTV. Prestar atención a las señales de advertencia, es muy importante, ya que alguna de ellas puede prevenir que las personas se metan en una situación complicada. Incluso, prestar atención a algunas de ellas pueden salvar la vida de las personas. Pese a saber que siempre existe un porqué de las advertencias, la mayoría de personas voluntariamente prefieren ignorar esas advertencias, y no les importa si tienen que asumir las consecuencias de no haberlas escuchado, o de no haberlas prestado atención. Existe una importante advertencia hecha por el eterno Creador, la cual afecta directamente la vida del hombre. Esta advertencia ha sido ignorada en el pasado y sigue siendo ignorada en el presente por un gran número de personas. Pero todo aquel que atienda a esta advertencia, podrá salvar su alma de la condenación eterna. La práctica del pecado acarrea condenación a la vida del hombre, pero Dios en su amor y misericordia, no quiere que la humanidad vaya a la condenación eterna, por eso desde la antigüedad, por medio de sus siervos ha proclamado sus palabras de advertencia para que se arrepientan de sus pecados, y abandonen completamente sus vidas pecaminosas. Todo aquel que escuche estas advertencias será liberado de las consecuencias de sus pecados, pero todos los que la ignoren, serán condenados a una eternidad de sufrimiento. Dios al ver que una nación se encontraba completamente sumergida en el pecado, y se dirigían a la condenación eterna, tuvo compasión de ellos, por eso decidió enviar a uno de sus siervos para advertirles que si seguían viviendo de esa manera, serían destruidos completamente. El siervo elegido para esta importante tarea, fue Jonás. En primera instancia, Jonás no obedeció las órdenes de Dios, razón por la cual tuvo que sufrir las consecuencias de su rebeldía. Por eso a la segunda vez que Dios le ordenó llevar su mensaje de advertencia a la ciudad de Nínive, él obedeció el mandato de Dios y fue a la ciudad de Nínive a predicar el arrepentimiento y el perdón de Dios. Cuando Jonás proclamó el mensaje de advertencia de parte de Dios, todo el pueblo lo escuchó, inclusive el rey de la nación. El monarca entendió que las palabras de advertencia de Jonás eran reales, por eso presurosamente bajó de su trono y se quitó sus vestiduras reales, se vistió de tela áspera y se sentó sobre un montón de cenizas como señal de arrepentimiento de sus pecados. Además, decretó que todos los habitantes de la ciudad de Nínive y sus alrededores ayunaran, inclusive los animales. Y para que mostraran señal de un verdadero arrepentimiento de sus pecados delante del único Dios verdadero, les ordenó que se vistieran de luto, oraran intensamente a Dios para que perdone sus pecados. Además, les ordenó que se apartaran de sus malos caminos y abandonaran toda clase de violencia contra su prójimo. Las palabras de advertencia proclamadas por el profeta Jonás, penetraron el corazón del monarca y de toda la nación de Nínive, que todos unánimes mostraron arrepentimiento y humillación delante del único Dios viviente. --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message