HUMILLACIÓN SINCERA ANTE DIOS. OSEAS 7:1 Yo quiero sanar a Israel, pero sus pecados son demasiado grandes… 10 Su arrogancia testifica en su contra, sin embargo, no se vuelven al SEÑOR su Dios, ni siquiera tratan de encontrarlo. 13 ¡Qué aflicción les espera a los que me han abandonado! … Yo deseaba redimirlos pero han dicho mentiras de mí. 14 En lugar de invocarme con corazón sincero se quedan sentados en sus sillones y se lamentan. Se hacen cortadas en el cuerpo y suplican grano y vino nuevo a dioses ajenos y se alejan de mí. 16 Miran en todas partes menos al Altísimo NTV. Enceguecidos por la maldad que gobierna sus corazones, las personas que no conocen a Cristo Jesús, generalmente se consideran mejor de lo que realmente son, o consideran a su prójimo por debajo de ellos. Esta arrogancia los lleva a pensar que no necesitan a Dios para nada y que se bastan consigo mismo para cumplir sus metas y anhelos, incluso para salir de los problemas y aflicciones que les aquejan. Con este pensamiento, las personas arrogantes nunca buscan a Dios, ni al encontrarse sumergido en la más profunda desgracia a causa de sus errores y sus malas decisiones. Justamente este fue el caso del pueblo hebreo. Los reinos de Israel y Judá, pese a todas las desgracias que estaban atravesando a causa de sus rebeliones en contra del único Dios verdadero, sus corazones no llegaban a quebrantarse, y en vez de buscar el perdón de Dios, se revelaron aún más. Ante la arrogancia del pueblo hebreo, Dios envió una terrible tragedia sobre la nación para que recapacitaran de su mal comportamiento, pero Israel y Judá, no estaban dispuestos a reconocer, sus debilidades y sus yerros. Con esta actitud arrogante, ellos mostraron una conducta insolente y desafiante para los intereses de Yahvé. Los hebreos se portaron arrogantes ante sus aflicciones, y en su autosuficiencia, no se creyeron necesitados de auxilio o socorro paras salir de esas calamidades, por eso no hicieron ningún intento para volver a Yahvé, su Dios. Al igual que los habitantes de estos reinos, muchas personas en la actualidad, pese al encontrarse en medio del sufrimiento, no hacen intentos para buscar el auxilio y el socorro de Dios para liberarse de todo lo que les aflige, y prefieren seguir padeciendo sus aflicciones. El profeta Oseas destacó la ingratitud inmensa de la nación hebrea, ya que Israel debía su existencia como nación exclusivamente a la elección y protección de Yahvé. Israel no quiso ser instrumento dócil en las manos de Yahvé, y se volvió contra Él, prefiriendo a los ídolos de las naciones vecinas y buscando alianzas paganas. La ingratitud de Los habitantes de Israel y Judá, desbordaba toda medida, y, sobre todo, su falta de sinceridad en sus actos de culto no hacía sino atraer la ira divina. Los hebreos al aliarse con las naciones paganas adoptaron prácticas culturales de los cananeos, participaron de los ritos sagrados en los lugares de culto idolátrico con sus grandes aberraciones. A los Israelitas, no les importó los intereses de su Dios, por eso se realizaron cortaduras en el cuerpo y suplicaron por grano y vino nuevo a dioses ajenos, alejándose así, aun más de su Creador. Israel y Judá en vez de buscar el rostro de Dios para hacer las paces mediante un genuino arrepentimiento, miraron a todo lado, tratando de buscar ayuda en naciones y dioses que no tenían ninguna capacidad para hacerlo. Esta insolencia, sería una gota más para que la ira de Dios desbordara sobre toda la nación. Queridos hermanos. Rebelarse en contra Yahvé es lo peor que el hombre puede hacer, nadie puede luchar en contra de su creador y salir victorioso. La nación hebrea quiso ir en contra de Dios, en contra del Dios que les eligió como su nación, en contra de su libertador, en contra de su benefactor, pero al irse en su contra se dieron contra la pared, pues el resultado fue algo catastrófico para la nación. La arrogancia impide que la gente se vuelva a Dios, porque la soberbia no reconoce la necesidad de a --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message