UN CORAZÓN ADIESTRADO. SALMOS 143:6 A ti levanto mis manos en oración; tengo sed de ti como la tierra reseca tiene sed de lluvia. 8 Hazme oír cada mañana acerca de tu amor inagotable, porque en ti confío. Muéstrame por dónde debo andar, porque a ti me entrego. 10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me lleve hacia adelante con pasos firmes. NTV. Los atletas después de correr una larga distancia bajo el sol, pierden líquido de sus organismos y necesitan con suma urgencia recuperar ese líquido perdido para no desfallecer, por eso, al instante de terminada la carrera o la competencia, buscan una fuente de agua para rehidratarse. Al igual que un atleta necesita agua para rehidratarse tras la competencia y no desfallecer, el salmista necesitaba la presencia de Dios en su vida para no desfallecer a causa de los problemas que le apremiaban. En medio de las adversidades David estaba perdiendo toda esperanza, lo había atrapado un temor paralizante y una profunda depresión que lo atormentaba. Es fácil para el hombre sentirse atrapado cuando las adversidades lo apremian, en ocasiones puede llegar a sentir que no tiene escapatoria. El salmista al sentirse abatido y sin esperanza, extendió sus manos al cielo en oración al eterno Creador, y le pidió que le confortara cada mañana con palabras que hablase acerca de Su amor inagotable. David anhelaba escuchar a Dios hablarle pronto con palabras y tonos de amor, quería que lo conforte con palabras dulces para no desfallecer y recuperar su esperanza, ya que todavía mantenía su confianza en el poder de Dios para liberarlo de su situación. En momentos tormentosos, el hombre necesita de alguien que le conforte con palabras de esperanza, con palabras de ánimo de que pronto pasará la tormenta que está atravesando, y llegará el tiempo de refrigerio a su vida. El salmista también pidió que le mostrara el camino por donde debía andar. David quería ser dirigido por las sendas de rectitud y no dejarse llevar por la situación que atravesaba. La depresión o la angustia puede llevar al hombre a tomar malas decisiones, ya que en ese estado se bloquea el buen juicio, toda la mente se nubla y se deja llevar por los sentimientos. En momentos así, la guía y la dirección de Dios es indispensable. Simplemente el hombre en el estado de depresión no sabe el camino que debe tomar, ni lo que sería mejor para su vida. Sólo la dirección de Dios le puede ayudar a tomar decisiones que no atenten contra su existencia. El salmista a pesar de la situación adversa que estaba viviendo, deseaba hacer la voluntad del Señor, por eso le pidió que le enseñara su voluntad, y que Su buen Espíritu lo llevara hacia adelante con pasos firmes. David no sólo estaba interesado en que el Señor lo saque de problemas en los tiempos de crisis, sino que también lo ayudara a mantener una estrecha relación con Él. David quería un corazón adiestrado para obedecer la santa voluntad de su Señor, después de todo, Él era su Dios. En tiempos de crisis, difícilmente el hombre anhelaría tener un corazón adiestrado para obedecer la voluntad de Dios, pero ese debería ser el anhelo de todos sus seguidores, ya que solo en Dios está lo mejor que puede tener el hombre para su vida. Queridos hermanos, toda persona tiene sus altibajos en la vida, sus cuestas y sus pendientes, pero no todos tienen un camino tan pedregoso como lo tuvo el salmista. Pero a pesar de esos caminos pedregosos, anhelaba cumplir la voluntad del Señor, por eso, pese a los peligros que afrontaba, en oración pidió al Señor que dirigiera su vida y le enseñara su voluntad, además pidió que le diera un corazón adiestrado para poder vivir bajo Su voluntad. Hermanos, la oración que hizo David en tiempos de crisis, es difícil que la podamos hacer nosotros, porque nosotros vemos a Dios solo como un extintor para apagar el fuego, al que se le puede echar mano sólo en caso de emergencia y que entonces se vuelve a guardar hasta la próxima emergencia. --- Send in a voice message: https://anchor.fm/jesus-is-life1/message