MALDICIÓN SOBRE EL PECADO ZACARÍAS 5:1 Levanté otra vez la mirada y vi un rollo volando en el aire. 2 ¿Qué ves? preguntó el ángel. Veo un rollo que vuela contesté. Parece tener cerca de diez metros de largo y cinco metros de ancho. 3 Entonces él me dijo: Este rollo contiene la maldición que cubrirá toda la tierra. Un lado del rollo dice que los que roban serán desterrados; el otro lado dice que los que juran en falso serán desterrados. 4 El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales dice: “Envío esta maldición a la casa de cada ladrón y a la casa de todos los que juran en falso usando mi nombre. Mi maldición se quedará en esa casa y la destruirá por completo, hasta las maderas y las piedras”. NTV. La sentencia de Dios contra todas las personas que infrinjan las leyes divinas está decretada, y este decreto por más que pasen miles de años no se destruirá, sino que se cumplirá tal cual en los tiempos establecidos por el Señor de los Ejércitos Celestiales. Ninguna persona malvada podrá escaparse de esta sentencia definitiva, sino que recibirán las consecuencias de sus acciones perversas. Esta sentencia de maldición contra los pecadores está asentada sobre un rollo para que así, nadie tenga duda de que Dios cumplirá con cada una de sus advertencias hechas en el pasado a toda la humanidad. Este rollo de sentencias contra los pecadores fue observado por el profeta Zacarías en una de sus visiones. Antes de que el pueblo de Israel fuera llevado cautivo a Babilonia, el pueblo había quebrantado las leyes y los mandamientos de Dios, todo el reino se sumergió en la práctica del pecado. El mismo templo fue profanado con los sacrificios a los dioses paganos, el territorio de Israel quedó manchado por todos estos actos reprochables delante del Dios santo. Cuando el pueblo de Israel regresó de la cautividad, el territorio no había pasado por una purificación total. Dios todavía percibía dentro del reino, los rastros de la maldad y el pecado en el corazón de los habitantes de Jerusalén. La nación hebrea debía pasar por una purificación total, y así los habitantes de la nación santa, puedan estar consagrados al Señor. Con el fin de enviar la purificación sobre el reino, Dios le reveló al profeta Zacarías los males que serían desterrados definitivamente del reino en primera instancia. Los males que fueron llamados a ser juzgados: fueron el hurto (Robar), y tomar el nombre de Dios en vano (Jurar falsamente). En el pasado, Dios dio a Israel los mandamientos que debían cumplir, y estos dos males que Dios llamó a juzgar estaban dentro de ellos. El primero es de orden relacional con el prójimo (Hurto, octavo mandamiento) Y el segundo es de orden relacional con Dios (Jurar falsamente, segundo mandamiento). En esta nueva revelación, el profeta Zacarías vio un rollo volar por las nubes. Este rollo representaba justamente los mandamientos que el pueblo de Dios había abandonado y desobedecido. El rollo, contenía el juicio decretado por Dios, en contra de las personas que practicaban el hurto y el juramento en falso. El rollo que vio Zacarías medía aproximadamente diez metros de largo y cinco de ancho. El profeta vio como el rollo se situaba sobre las casas de los que practicaban los males mencionados. En la antigüedad las maldiciones se escribían en trozos de papel y se lanzaban al viento hacia las casas de aquellos contra quienes estaban dirigidas. Dios en este juicio terminaría con todos los hombres que seguían practicando estos pecados dentro del reino de Israel, estos hombres habían pensado escaparse de los justos juicios de Dios. En su amor y misericordia, Dios les había dado un poco más de tiempo para que abandonen sus pecados y se vuelvan a Él, pero estos hombres desaprovecharon la oportunidad dada y el juicio de Dios tendría que ser sobre ellos. Queridos Hermanos. Nuestro amado Señor, tiene dos maneras de tratar el pecado. La primera es el camino de la gracia y la misericordia. “Que los malvados cambien sus caminos y alejen de sí hasta el más mínimo --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message